Objetividad

"En realidad no sabemos nada, puesto que la verdad está en el fondo del abismo." (Demócrito)

sábado, 21 de marzo de 2015

Bella y bestia, nexo hacia el código binario



Imagen del diablo (pág. 290) Codex Gigas
Se cuenta, que allá por el año 1230 hubo un monje, que encerrado en una oscura celda clamaba al cielo por su destino. Horrorizado por la condena que intuía, se comprometió a realizar, en una sola noche, una Biblia tan excepcional, que superara  lo jamás escrito. Pero,  ante la  imposibilidad de concluir su titánica tarea, encomendó su alma al diablo.  

Parece ser que mientras el diablo realizaba el manuscrito, el monje, dibujó de forma extraña la figura de su bienhechor en la página 290 de esa gran obra, llamada Codex Gigas. En el se halla incluido, tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento.  Las medidas de ese misterioso  manuscrito son enormes (92 x 50,5 x 22), pesa  unos 75 kilogramos y contiene 624 páginas con diversa información: Textos antiguos, curas medicinales, esoterismo,  y muchos temas de índole diversa, lo que sin duda hace de él un libro especialmente insólito. 

Una de las cosas que más sorprende, es que sea la única biblia en la que aparece el  diablo representado con forma de hombre y bestia a la vez. Además, existen conjuros y remedios contra enfermedades raras, de ahí que fuera un "libro" muy codiciado desde su elaboración.  Por eso no es de extrañar, que fuera pasando de mano a mano, primero por las de los "monjes negros"(posiblemente benedictinos),  después por las de los "monjes blancos" (posiblemente cistercienses), más tarde por las del  emperador del Sacro Imperio Romano, Rodolfo II  (un obsesionado oscurantista), hasta llegar a la colección de la Reina Cristina de Suecia  y concluir en la biblioteca nacional de Suecia en Estocolmo. 

Curioso resulta también (aunque algo rebuscado por mi parte) observar como la combinación de las cifras dónde se encuentra dibujado el diablo (pág.290), den como resultado una sucesión de números (1 1 0) que bien pueden  asociarse con el código binario (bits), ya que numerosas combinaciones como estas  son procesadas  por los ordenadores actuales. Es más, coincide que ésta  representación (binaria) en el sistema decimal corresponde al número 6, una cifra que suele  ir asociada al diablo. Otra curiosidad es que sus letras (d,i,a,b,l,o) al ser sumadas también dan como resultado el número 6. 
Ada Lovelace, considerada la primera programadora de la historia.
En este sentido, y dada la época en la que  sucedió (sobre 1843), más curioso resulta todavía que una mujer  educada en las matemáticas (Ada Lovelace), llegara a la conclusión de que el sistema binario podía ser más útil, para procesar datos, que el sistema decimal que utilizaba Charles Babbage en su máquina analítica. 

Con todo, aunque Lovelace y Babbage fueron colaboradores, ella permaneció en el anonimato, hasta que en 1979, el Departamento de Defensa de Estados Unidos creó un lenguaje de programación al que llamó Ada, en reconocimiento a su labor científica. 

Otro  dato curioso, es,  que en la actualidad Microsoft, utiliza la imagen de Ada Lovelace como símbolo de autenticidad Windows. Así que sin ser una diablesa,  tanto la figura de Ada como el diablo del Codex Gigas, sirven como reclamo para los curiosos de la multi-tematica, ya que tanto “bella” como “bestia”, dejaron la huella de un legado (entre  pasado y futuro) que bien puede albergar un saber hacia el infinito... 

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domingo, 15 de marzo de 2015

Brecha virtual, brecha generacional, y conciencia hipertextual


“Solo sé que no sé nada y, al saber que no sé nada, algo sé; porque sé que no sé nada”. (Atribuido a Sócrates)

 ¡Qué listo éste Sócrates! ¡Cuánta razón tenía! ¡Claro! siempre y cuando las frases que escribió Platón, fueran realmente dichas por él.

Sea como fuere, parece ser que se nos adelantó en el tiempo. ¡Y de qué manera!  Qué lejanas quedan ahora, aquellas “orejas de burro” que usaban nuestros antiguos profesores como castigo, por no saber memorizar en retahíla, la lista de los reyes godos.  

Sí, todo cambia, y ahora hasta podemos admitir abiertamente nuestra ignorancia, y además nos solidarizamos, porque sabemos que cualquier información la tenemos  acumulada a tocar de un clic. 


La falta de retentiva mental ya no se toma como una debilidad en los países donde priman las nuevas tecnologías. Es más, incluso se tolera, porque somos conscientes que hoy por hoy, sería imposible almacenar en nuestras cabezas tal cantidad de información. Para eso tenemos nuestros dispositivos electrónicos que a modo de vademécum virtual, nos ofrece miles y miles de listados procesados.  

Sí, es cierto que estas herramientas pueden facilitarnos el entendimiento, pero ¿cómo usarlas y sacarles todo su potencial cuándo quienes han de usarlas se sienten como “Compusaurios” devoradores de tizas, lapicero y papel?


“Solo sé que no sé nada…” es la frase que a veces se nos viene al pensamiento, cuando  empezamos a hablar de la complejidad de las escrituras hipertextuales y sus incertezas. No obstante, tranquiliza leer que por más que indagues y busques el conocimiento perfecto es pura quimera, pues parece ser,  que a la verdad no  llegamos, tan solo podemos aproximarnos. 

En este sentido, parece haber quedado demostrado que la falta de saber puede actuar de resorte, y servirnos de aliciente para indagar en los océanos de la información, transportándonos a través de sus múltiples conexiones hipertextuales, y facilitándonos de esta forma el camino hacia el conocimiento deseado, al tiempo que nos ofrece la posibilidad de compartir, realizar, y transformar cualquier tipo de acción y corrección de forma casi inmediata. 


Así y teniendo en cuenta el carácter transdisciplinar, y circular de la hipertextualidad, un nuevo paradigma de enseñanza se vislumbra en el horizonte. Sin embargo, pese a la globalidad que dicen existe en el planeta, todavía  hay quienes no pueden acceder al mundo de las tecnologías virtuales. Con lo cual, siempre existirá la frontera entre los que poseen exceso de información, y quienes ni siquiera tendrán la posibilidad de interactuar con su destello.

¡Seguimos leyéndonos!

domingo, 8 de marzo de 2015

La relación del Triángulo y la letra V

Llego tarde a la cita del día de la mujer trabajadora,  aun así, no quisiera dejar de comentar  la repercusión que tuvieron, para el arte, obras como The dinner party (1974) de Judy Chicago, una de las representantes más controvertidas del movimiento artístico feminista, surgido  en la década de los 70 en Estados Unidos. Su particular interpretación de la Santa Cena, puso de relieve la importancia del triángulo equilátero como símbolo representativo de la vulva femenina. 


No obstante, si bien es cierto que las artistas feministas de esa época, dotaron al triángulo de un significado que resaltaba su propia identidad femenina, cabe decir, que no fueron ellas las primeras en valerse de esta figura geométrica como símbolo alusivo hacia la mujer, ya que en la antigüedad, también los sumerios utilizaron pictogramas triangulares para representarla.  

Una pictografía triangular significaba mujer. Una especie de semicírculo representaba una montaña. Una "montaña" y una "mujer" significaba "mujer esclava o extranjera"

Imaginemos, pues, por un momento, qué apariencia triangular más sugerente se nos revelaría si superpusiéramos la V y la T... ¿He aquí la transcendencia anímica que posee relacionar el triángulo y la vulva? ¡Seguimos leyéndonos!

miércoles, 4 de marzo de 2015

“Tunea, tunea, al rico favicon…”



Como diría un reggaetoniano bloggetero: ¡Teclea, teclea…!!!

Y aquí seguimos, a ritmo de golpeteo, los tecleadores de la UOC, intentando dar con el tuneado mágico que personalice, por fin, nuestros particulares blogs. 

Así que para ayudar a los menos diestros (como yo) en estos quehaceres virtuales, ahí va un soporte, o mejor dicho, un potencial SOS.

¡Venga, a bloguear sacando humo del teclado!!!