Veamos, al buscar mi rumbo por internet, me encuentro
con miles de abreviaturas que ni siquiera comprendo. Y eso me agobia mucho,
mucho, mucho. Me siento perdida cada vez que intento profundizar en la multitud
de su contenido.
Es más, el vocabulario que se utiliza en red, a
primera vista me resulta incomprensible.
Es como si estuviera en un museo, y quisiera en dos horas, poder abarcar la
infinidad de obras de arte que allí se encuentran, y que alguien ha colgado estratégicamente para que sean estudiadas o comentadas. Y lo siento, pero hay siglas que como me
sucede con algunas obras, por más que lo deseo, no alcanzo a comprender su verdadero sentido,
aunque sigo intentándolo.
Ahí van unos
cuantos ejemplos y sus descripciones:
- HTTP y HTTPS: son las siglas en inglés de HiperText Transfer Protocol (en español, protocolo de transferencia de hipertexto)
- SSL: son las siglas en inglés de Secure Socket Layer (en español capa de conexión segura)
- URL :son las siglas en inglés de uniform resource locator (en español localizador uniforme de recursos)
- FTP: son las siglas en inglés de File Transer Protocol (en español protocolo de transferencia de archivos).
Con todo, debo
decir, que entiendo su verdadera importancia a la hora de representar significados,
ya que sin éste tipo de siglas cuya misión, entiendo, es codificar los documentos digitales), difícilmente existirían
los metalenguajes que ayudan a transmitirnos
la información que se encierra en los enlaces que con tanta facilidad pulsamos.
- HTTP y HTTPS: son las siglas en inglés de HiperText Transfer Protocol (en español, protocolo de transferencia de hipertexto)
- SSL: son las siglas en inglés de Secure Socket Layer (en español capa de conexión segura)
- URL :son las siglas en inglés de uniform resource locator (en español localizador uniforme de recursos)
- FTP: son las siglas en inglés de File Transer Protocol (en español protocolo de transferencia de archivos).
Además, si con una sola letra podemos proteger todos nuestros datos (HTTPS), está claro que a
veces por muy incomodo que resulte, es imprescindible llevar un salvavidas a cuestas,
mucho más si pretendemos no perdernos al navegar por éste sinfín de signos que componen el lenguaje hipertextual.
En este sentido Joan Campàs Montaner destaca que “ no sabem,
en realitat, escriure veritables hipertextos com no sabem llegir-los. Les
recomanacions destinades als redactors d’hipertextos insisteixen en els riscos
de desorientació del lector i la navegació es fa amb l’ajut d’instruments als
quals estem habituats: taula de matèries, índex, senyalitzacions. “Només
s’escriu allò que es pot llegir (Bernard, 1995)”
(Una
tipologia d’obres en xarxa (pag.11) Material UOC) … y eso, en cierta media, consuela tanta torpeza.
Seguimos leyéndonos…
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